Obdulio Varela
Obdulio Varela, mejor conocido como El Negro Jefe, nació el 20 de setiembre de 1917, en el barrio La Teja de Montevideo. Es uno de los protagonistas indiscutidos de “El Maracanazo” de 1950, uno de los hechos que marcaron no solo la historia futbolística del país, sino también la cultura y el orgullo identitario que nos caracteriza como uruguayos.
Su contexto lo llevó a que, a lo largo de su vida, tuviera que desempeñar muchos labores diferentes. Entre ellos, peón de albañil, canillita, boxeador aficionado y el más destacado de todos, futbolista.
El 30 de agosto de 1936, tuvo su debut en la División Intermedia de la AUF defendiendo la camiseta del Deportivo Juventud. También supo vestir las casacas de Wanderers, Banfield y Peñarol, club en el que jugó desde 1943 hasta su retiro el 15 de junio de 1955.
Jugando en Peñarol ganó 6 Campeonatos Uruguayos y 8 veces el Torneo de Honor. Como jugador se caracterizaba por su gran temperamento, con un gran remate a larga distancia e imponente presencia física. Pues, no era un jugador muy veloz ni corpulento, sin embargo lo que hacía a Obdulio digno de admiración alrededor de todo el mundo siempre fue su personalidad y carácter.
Tuvo su debut con la Selección Uruguaya en 1939, jugó 51 partidos internacionales y convirtió 9 goles. Vistiendo la celeste se coronó campeón de la Copa América de 1942, ganó tres veces la copa “Barón de Río Branco” ante Brasil y la Copa “Escobar-Genora” en 1943. Pero el título con el que se convirtió en leyenda fue la Copa del Mundo de 1950, donde Uruguay logró la hazaña de ganarle a Brasil en su propia casa, con un Maracaná envuelto por 200.000 personas que ya se coronaban campeones antes de comenzado el partido. Siempre será recordado por la frase que le dijo a los demás jugadores celestes antes de ingresar al campo de juego, “no piensen en toda esa gente, no miren para arriba, el partido se juega abajo y si ganamos no va a pasar nada, nunca pasó nada. Los de afuera son de palo y en el campo seremos once para once.”
El 2 de agosto de 1996, Obdulio Varela falleció en Montevideo pero seguirá vivo en el recuerdo de todos los uruguayos.