Mural de Leopoldo Novoa
El mural del Estadio Tróccoli fue idea de Luis Tróccoli quien era presidente del Club Atlético Cerro. Al comienzo el mural iba a ser figurativo con diseños ilustrativos de atletas, pero Leopoldo Novoa se ofreció a realizar un mural abstracto. Novoa trabajó en el mural desde 1960 a 1964, con las dificultades propias de personas que no entendían su arte.
Con una superficie de 600 m2 y medidas de 130 m de largo por 4,60 m de alto, el mural es una obra a la intemperie, resistente a las inclemencias del tiempo, construida con materiales recogidos y recuperados, principalmente desechos.
La obra, que se clasifica como realismo abstracto iberoamericano, muestra a la sociedad y al país de la década de 1960, época de auge de las luchas del movimiento obrero, de represión y crisis social.
El propio Nóvoa afirmaba que «hay una relación entre los materiales de desecho utilizados y la sociedad que describe mi obra. El Cerro de 1960 estaba en plena crisis que anunciaba el cierre de sus frigoríficos«.
La Intendencia de Montevideo reconoció al mural como Monumento Histórico Nacional de Montevideo y su creador fue declarado Visitante Ilustre de la ciudad.
En la actualidad, la obra artística es acompañada por iluminación que la destaca. Para ello se incorporaron 39 luminarias, así como 39 brazos metálicos anclados en la cara superior del muro.
La propuesta acompaña el desarrollo de la obra en sus 130 metros de largo con la intención de destacar el mural mediante una iluminación rasante que baña la superficie y procura un nivel de uniformidad con el fin de proporcionar la mayor nitidez visual del elemento.